sábado, 14 de julio de 2007

paseo

TOMARSE UN COLECTIVO AL CENTRO UN DIA EN EL QUE NADIE TE QUIERE.

me siento en el borde de la cama, la mitad de las sabanas están caídas en el suelo y tengo frío. Anoche me acosté recordando algunos pasajes de mi niñez, cesar me dijo que pruebe con ese ejercicio, recordar los sueños de la infancia durante diez minutos antes de dormirme.
Cuando me levante hice un paneo general de mi habitación desordenada y pude percatarme a tiempo que todos los músculos de mi cara tendían a caerse, (ahora se me viene a la mente la imagen un perro buldog en estado de alerta alimenticia) sentí mi cara derrumbada, los ojos cansados, la boca sin expresión, y me di cuenta que ya estaba decidiendo que mi día iba a ser un día de cementerio.
A pesar de eso, recordé la noche del domingo y me visualicé, parado entre las flores del jardín del abuelo que vivía frente a mi primera casa, el viejo Yosen que tenia en su galpón una fabrica de broches de madera; me vi ahí, con 3 o tal vez 4 años, jugando entre las flores e intente poner toda mi energía en cambiar la cara con aparentes intenciones de que luego mi organismo, dominado por una especie de positivismo biológico inesperado termine por contagiar todo lo que queda de él hasta sentirme medianamente alegre.
Tomé un café mientras escuchaba un disco. Fui a trabajar y como tenia poco trabajo lo hice bastante rápido, y no me deprimí cuando la señora sacó de su cartera un billete de 100 para pagarme la cuota y yo no tenia cambio y tuve que esperar 20 minutos hasta que valla a un kiosco a comprar una tarjeta telefónica para poder darme justo.
Frente a la casa, los albañiles estaban derrumbando un edificio que hacia más de 5 años estaba abandonado y donde había en un tiempo canchas de tenis. Siempre soñé con transformarlo en un antro rockero en el cual poder pasar la música que me gusta a mi y a mis amigos.
En ese lapso me puse a cantar una de she devils, “voy a tomar un colectivo al centro, caminar por corrientes hasta el bajo, veo negocios donde nunca entré, bares caros donde nunca tomé”, de repente sin sentir el cambio bruscamente, desapareció la calle, mi moto, el trabajo, los albañiles, la señora con los 100 pesos y su tarjeta telefónica y entre casi completamente en un film imaginario y la vi a patricia caminando por calle corrientes con una petaca de café al coñac en la mano, traté de cambiar el rumbo de la canción porque la letra habla de los domingos y del vacío que genera, y para hacerla mas triste todavía me metí en la película yo también, aparecí en la galería donde esta la tiendita duck-o-homo y le grite desde la vereda, por suerte me escuchó. Cuando estaba por cruzar la gran avenida llegó la señora para pagarme la cuota con el cambio justo en la mano.

Volví a la realidad, me pagó, le di su recibo, me agradeció, le agradecí.

Terminé de acomodar el dinero en la cartera y encendí la moto, miré a los albañiles. Pensé que lo más probable es que construyan ahí un shopping o un edificio para alojar actores famosos porteños que vienen al teatro Laserre a hacer funciones. Me acomodé la bufanda y todo el camino de vuelta hasta mi casa vine pensando que con esa plata que había cobrado recién, hubiésemos entrado con patricia por primera vez a uno de esos bares caros, y brindaríamos alzando las copas. En honor de la amistad, el desamor, las heridas, la desesperación, el rock`n roll y la siempre mágica y salvadora imaginación.
Amén.

2 comentarios:

sol. dijo...

"me di cuenta que ya estaba decidiendo que mi día iba a ser un día de cementerio."

creo que ahí se encuentra la clave de todo. indefectiblemente lo decidimos nosotros. a esta altura se me hace que somos expertos en eso; pero algunos, como vos, tienen a doña imaginación para salvarse y no sólo eso, sino que también generan cosas para su placer y para el de los demás. eso es lo que me sucede al leerte, y es así desde hace años y lo será hasta la eternidad.

kilómetros materiales mediante, brindo por eso (como vos lo harías con patricia), porque me sigas conmoviendo cáda día más.

te quiero con el alma, amigo.

Lucia Fenoglio dijo...

manu, hace mil ke no entraba aka...y lei...este y lo demas...tus palabras me conmueven y aveces es como ke siento todo lo ke escribis...
y kiero ke sepas ke sos un hombrecito especial, al menos para mi.
te kiero mucho.

ulul
deskalzaaa